Últimamente he estado en contacto con diferentes personas y corrientes que hablan acerca del beneficio del pensar positivo, de cómo influye en nuestra percepción subjetiva de bienestar y por ende en la salud mental y emocional.
La semana pasada asistí a la conferencia dictada en Santiago por Deepak Chopra en la cual también hacía énfasis en los aspectos del "wellbeing" o "estar bien" y aludía a los conceptos de paz interior, felicidad, conciencia ampliada y bienestar. Casualmente he trabajado desde hace algún tiempo algunos de estos aspectos, comprobando que estos conceptos pueden ser integrados a nuestra forma de vivir y llevarnos a disfrutar de mejor forma lo que tenemos.
Me permito entonces comentar que el "pensar positivo", me permite no pensar. Puede resultar extraño, pero es más fácil de entender si se habla de "fluir", de permitir que las cosas sean y sucedan. En muchas ocasiones, las frustraciones se producen porque esperamos o queremos que ocurran cosas que no van a suceder. Pero, para quien fluye, todo es novedad, todo es sorpresa, porque no hay expectativas previas, quizás por ello, los niños son más felices que los adultos, ellos sólo fluyen y están en un presente activo.
Quizás esto no se concilia con el pensamiento del trabajo cotidiano, de los deberes, de las necesidades a cubrir, pero entonces, tenemos un segundo hito , quien piensa positivo no se detiene en la duda, se enfrasca en "el hacer", por ende, comienza a concretar "el pensamiento que fluye". Para quien ha experimentado la molestia de pensar durante un rato ¿Lo hago o no lo hago? y luego inicia el trabajo, el movimiento, avanza hacia la satisfacción que implica el logro de objetivos.
Y ..¿Si no lo logro cómo lo pensé? Quien piensa positivo no ve un problema en ello, ve una nueva posibilidad de intentar y de crear, incluso de creer. En tanto, por hoy, los invito a estar más en el " ser consciente" y en el "hacer creativo".
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